Las venas varicosas son venas que están ensanchadas y retorcidas y generalmente se produce por un aumento notorio de la presión en el interior de estas. Se debe a una dificultad del retorno venoso hacia el corazón (problema de las válvulas venosas), normalmente en miembro inferior.
En la mayoría de casos, no supone un problema orgánico grave, más allá de lo estético, sin embargo, en algunas ocasiones pueden generar problemas más graves.
El tratamiento es muy variable en función de la gravedad, desde pomadas locales hasta cirugía en los casos donde sean dolorosas, provoquen úlceras, decoloración de la piel…
La cirugía consiste en realizar dos incisiones a nivel de ingle y tobillo para así realizar la extirpación de las venas varicosas y en algunos casos la safena interna o externa (que son normalmente las que se vuelven varicosas). El tipo de anestesia que se emplea es raquídea, es decir, que anestesia de cintura para abajo y no es general.
La recuperación es temprana y el paciente podrá caminar con normalidad horas después de la intervención, aunque conviene seguir las pautas del personal sanitario con respecto a las prácticas y cuidados postoperatorios para evitar complicaciones.
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