La diabetes mellitus (DM) es una enfermedad muy prevalente en nuestros días que afecta a millones de personas y termina por provocar distintas afectaciones orgánicas, como por ejemplo la retinopatía diabética, pie diabético, alteraciones vasculares, nefropatía diabética. Esta última nos es de especial relevancia en estos momentos, debido a su alta prevalencia entre diabéticos. Por ello, en los últimos años los cirujanos de distintas partes del mundo han optado por realizar una doble trasplante de páncreas y riñón, para así atacar de raíz y solucionar los distintos problemas de salud que ocasionan la afectación de estos órganos (DM, insuficiencia renal…).
Actualmente, disponemos de una técnica muy avanzada en este tipo de trasplantes, lo que ha conseguido disminuir la morbimortalidad asociada a esta cirugía en sus inicios. No obstante, para evitar un rechazo, el receptor tendrá que consumir inmunosupresores durante el resto de su vida, a coste de mejorar la calidad de la misma.
El trasplante de páncreas-riñón de manera conjunta es la modalidad más frecuente cuando hablamos de trasplantes pancreáticos. En cuanto a la selección de los candidatos, habitualmente se escoge a pacientes con función renal normal pero con una diabetes descontrolada que provoca ingresos hospitalarios recurrentes asociados a desequilibrios metabólico-electrolíticos. Por otro lado, también aquellos que presentan problemas renales (insuficiencia renal) como causa secundaria a una DM.
Habitualmente, el páncreas se implanta antes que el riñón, dada su menor tolerancia a la isquemia. En cuanto a la técnica quirúrgica, no difiere de la de un trasplante de riñón o páncreas aislado.
El Hospital Clínico de Santiago de Compostela (CHUS) está acreditado para realizar este tipo de trasplantes. No obstante, su práctica no es muy frecuente debido a la falta de receptores adecuados. Esta cirugía se realizó por primera vez en nuestra ciudad en el año 2000 por un equipo de 7 sanitarios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario