Para comenzar, hemos de entender que la ginecomastia es un crecimiento anómalo del tamaño de las mamas en el varón, generalmente a causa de un fracaso hepático a la hora de eliminar las grasas, que genera desequilibrios hormonales, aumentando los niveles de estrógenos (agente causal del problema).
Durante la adolescencia, las fluctuaciones hormonales pueden provocar la aparición transitoria de este problema. No obstante, con el desarrollo se suele producir una desaparición espontánea (aunque no en todos los casos).
En la edad adulta, con la disminución de la testosterona se produce un incremento del tejido mamario, aunque también hay otras posibles causas que pueden producir esta enfermedad, como el consumo de anabolizantes, alcohol, corticoides… Esto puede llegar a afectar gravemente a la autoestima del varón, por lo cual muchos de ellos acuden a la cirugía.
La técnica quirúrgica depende del grado de ginecomastia, y de si el dominio es graso o glandular. Normalmente se lleva a cabo una incisión en la línea media axilar (inferior a 3mm) a través de la cual se introduce una cánula de liposucción. Con esta se extrae el contenido graso y glandular eliminando gran parte del abultamiento que este problema produce. En algunos casos habría que complementar con una pequeña incisión por debajo de la areola para retirar el exceso de glándula mamaria que la cánula no haya podido absorber.
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